Vidrial
La variedad Vidrial es autóctona de Navarra. Tanto su plantación como su desarrollo y su recolección, responden a un manejo tradicional.
Los olivares de esta variedad, en nuestra zona, no siguen ningún patrón de plantación.
Habitualmente conviven olivos y vides en las mismas parcelas. La larga vida del olivo hace que de estas parcelas generalmente vayan desapareciendo las vides y estas se completen con olivos, por lo que se pueden encontrar varias generaciones de olivos en una misma parcela.
En cuanto al olivo de esta variedad, posee un vigor de tipo medio, con porte abierto y de productividad elevada. Su floración es tardía para evitar los fríos que pueden producirse en la primavera.
La maduración también es breve en el tiempo, comparándola con otras, siendo posible su recolección a finales del otoño, antes de que lleguen las bajadas de temperatura del invierno.
El fruto de la variedad Vidrial es de tamaño medio y con forma ovoide, con un color que pasa de verde-rojizo al inicio de la maduración hasta negro cuando ha madurado por completo.
La recolecta de esta variedad la realizamos con métodos manuales aprovechando que los frutos se desprenden fácilmente del árbol.
Arbequina
Con el olivo de la variedad Arbequina nos encontramos con la evolución de la agricultura tradicional a una agricultura en la que ya podemos mecanizar bastantes de sus labores y cuidados, ya que el olivo de esta variedad presenta unas buenas características para la plantación en seto, dado que estos árboles se presentan con un vigor medio-bajo y un porte abierto.
La plantación en seto, a nivel agrícola permite una precoz entrada en producción del olivar (para el tercer año se tiene ya la primera recolecta) con unas producciones elevadas y constantes y una mecanización casi total, lo que permite una mejora de los costes productivos.
En nuestra finca hemos empleado un marco de plantación de 5 por 1,5 metros, lo que permite a árboles y frutos tener una adecuada insolación y ventilación, evitando así posibles enfermedades tanto para el fruto como para el olivo.
La maduración de esta variedad es temprana. Su recolección se realiza a finales del otoño. Es una variedad que soporta bien el frío.
El fruto de la Arbequina se encuentra entre las variedades de pequeño tamaño. Alcanza su madurez cuando su color es negro. Sin embargo, se recomienda que su recolecta se realice con un 30-40% de las olivas maduras.
Es una variedad con una resistencia media al desprendimiento que, unido a su poco peso, hacen que el método de recolección ideal sea realizarlo con cosechadoras.
Oliana
La innovación de la genética también llega a nuestros olivares. Oliana es el cruce de dos variedades tradicionales como son la Arbequina y la Arbosana, intentando sacar las mejores virtudes de cada una.
Esta nueva variedad presenta las siguientes características:
Es la que antes entra en producción desde su plantación.
Es muy tolerante al frio, por lo que su adaptación climática a nuestra zona es perfecta.
Es la variedad que menos vigor tiene de todas las conocidas, es muy arbustiva y le cuesta producir ramas leñosas lo que facilita la poda de renovación y su manejo para la plantación en seto.
Tiene una elevada productividad con una maduración tardía.
Es resistente a las enfermedades habituales de los olivares.
La Oliana fructifica en racimos. Su fruto es de pequeño tamaño y su porcentaje de aceite no es muy alto, aunque de extraordinaria calidad.
La recolección con cosechadora es perfecta para esta variedad, por el poco vigor de los árboles y el fácil desprendimiento de la oliva.
Nuestra tienda
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Vidrial, nuestra estrella, es un abrazo al paladar, revelando notas suaves y agradables. Arbequina, una oda a la delicadeza, cautiva con su sabor frutado y equilibrado. Finalmente, Oliana, nuestra personalidad más robusta, deslumbra con su carácter vigoroso y su complejidad aromática.
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Almazara
La cosecha se realiza al mismo ritmo que la molienda, evitando el almacenamiento de la aceituna, ya que va en detrimento de la calidad del futuro aceite.
Cuando la oliva llega al trujal se limpia mediante un lavado con agua para quitarle las posibles impurezas.
A continuación se pasa por un potente molino para que forme la pasta.
En un batidora horizontal, se homogeniza la pasta-masa gracias a una espiral que trabaja a una temperatura inferior a 27 grados. Por esto se llama extracción en frio, logrando así preservar el aroma, y componentes tan beneficiosos como los polifenoles.
A continuación, se separa la masa solida (orujo) del líquido (aceite y agua de la propia aceituna) por medio de un proceso de centrifugado.
